Imagino a Francesc Cantó en su época, serio y eficiente en su trabajo, como debía ser cualquier soldado acostumbrado a vigilar las costas por las que de tarde en tarde llegaban naves piratas con intenciones hostiles.
Imagino que tantas horas de soledad mirando al horizonte sobre su caballo, habrían hecho de él un hombre reflexivo, uno de aquellos que encuentran las respuestas en frío, de los que no se alteran con facilidad.
Querido por sus vecinos, respetado por sus superiores, admirado por sus compañeros, y sobre todo amado por su familia y amigos.
Así imagino al soldado que encontró el arca de la Mare de Deu aquella madrugada de 1370. Pero lo que no tengo que imaginar, porque lo conozco bien, es a quien interpreta hoy al Guardacostas: Jerónimo Tripiana. También amado por sus cercanos, respetado por el pueblo, tranquilo y reflexivo, al tiempo que sensible y cariñoso.
Jerónimo, Jero, se cree el papel que representa, como no podía ser de otra forma. Monta orgulloso a su Enamorado o a Cantinero o a Bodeguero delante de la Virgen, llamando a la Playa a los ilicitanos para que la arropen, mostrándoles a todos su belleza, casi obligándoles a sacar sus Vivas cuando levanta su espada y emocionado, desde dentro, grita su ¡VISCA LA MARE DE DEU!
Pero Jero no es solo eso. Jero ha acercado el papel de Francesc Cantó al pueblo, ha hecho que cualquier niño Ilicitano quiera ser ese de rojo sobre el caballo. Ha mirado a los ojos al niño sobre los hombros de su padre y se ha acercado para dejarle su espada o para tocar suavemente su cara. Jero no ha perdido ni un solo momento la compostura, a pesar de los pesares, del frío, de las contraórdenes, de las obligaciones, del cansancio. Siempre ha tenido una sonrisa, un gesto, una mirada para ese niño que lo mira dos metros por debajo y que sueña con ser algún día Francesc Cantó. Siempre con un ojo puesto en la Vírgen de la Asunción, y como el Soldado, siempre con la vista puesta en sus obligaciones.
¡VIVA LA MARE DE DEU! ¡VIVA LA NOSTRA PATRONA!
¡VIVA FRANCESC CANTÓ!
¡GRANDE JERO!
scb
martes, 29 de diciembre de 2015
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