Cuando me has levantado la voz, me hubiera lanzado sobre ti.
Cuando me has faltado al respeto tendría que haberte golpeado.
Cuando me has insultado, debería haberte callado.
Cuando me has ofendido, te hubiera molido a palos.
Cuando sólo decías tonterías, te hubiera cosido la boca.
Cuando me has amenazado te habría hecho tragar la lengua.
Pero antes de hacerte todo eso, me he parado, he pensado, y he decidido hacerte todo el daño que tú has querido hacerme y no has podido: te he ignorado.
sábado, 23 de julio de 2011
viernes, 8 de julio de 2011
Ayer te volví a ver
No me considero especialmente sensible, ni de lágrima fácil, pero ayer te volví a ver después de mucho tiempo y me emocioné.
No se puede decir que fuéramos amigos, pues apenas hablábamos unas veces al año.
Coincidíamos en unos cuantos actos de la afición que teníamos en común, y nos dábamos la mano acompañado por una sonrisa, un como te va, y poco más.
Creo recordar que ni siquiera comimos o cenamos en la misma mesa.
Pero eras, eres, una de esas personas de las que se puede decir que es buena gente, que todos nos alegrábamos de ver, y que transmitía una sensación de buen rollo como pocos lo hacían. Gran persona, y con la capacidad de hacer MUY feliz a los que te rodeaban. Eso era obvio.
A todos nos dolió tu marcha, mucho más a tus cercanos, pero te puedo asegurar, que cuando nos despedimos de ti, TODOS teníamos una frase en la mente: no es justo.
Ayer te volví a ver en una gran foto, imponente, orgulloso, flamante, grande, feliz en tu papel, y no entiendo porqué, pero me emocioné.
Y no quiero entenderlo.
Suerte allá donde estés!
No se puede decir que fuéramos amigos, pues apenas hablábamos unas veces al año.
Coincidíamos en unos cuantos actos de la afición que teníamos en común, y nos dábamos la mano acompañado por una sonrisa, un como te va, y poco más.
Creo recordar que ni siquiera comimos o cenamos en la misma mesa.
Pero eras, eres, una de esas personas de las que se puede decir que es buena gente, que todos nos alegrábamos de ver, y que transmitía una sensación de buen rollo como pocos lo hacían. Gran persona, y con la capacidad de hacer MUY feliz a los que te rodeaban. Eso era obvio.
A todos nos dolió tu marcha, mucho más a tus cercanos, pero te puedo asegurar, que cuando nos despedimos de ti, TODOS teníamos una frase en la mente: no es justo.
Ayer te volví a ver en una gran foto, imponente, orgulloso, flamante, grande, feliz en tu papel, y no entiendo porqué, pero me emocioné.
Y no quiero entenderlo.
Suerte allá donde estés!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)